Ya han
pasado dos meses desde la última entrada en el blog y creo que es justa y
necesaria una actualización sobre la situación actual.
Hace apenas
una semana estuve de vuelta por el D.F. para tramitar mi visa de estudiante,
finalmente había llegado el momento que tanto esperé por los últimos dos años.
Constantemente me preguntaba si vería de nuevo a María Solís y si me la
encontraba ¿qué le diría? Las respuestas iban desde “le dije que cometió un
error” hasta una simple sonrisa (al estilo Grinch) y saludo. Desafortunadamente
o afortunadamente, no vi a María Solís; la persona que tramitó mi visa era otra
(muy amable por cierto).
Como
no viajé de tan lejos para no decir algo, si hice un comentario a la persona
que tramitó mi visa. Le conté un poco de mi historia, le dije que yo había
aplicado para la beca Monbukagakusho por parte de la embajada y que ellos me
habían rechazado, pero que después apliqué por parte de una universidad y que
ellos me la habían otorgado. Su reacción era de esperarse, ella trabaja para la
embajada y debe de defender las decisiones que toman. Ella me dijo que si no me
la otorgaron fue porque hubo gente que obtuvo mayor puntuación que yo, a lo que
yo respondí “Bueno pues quien sabe” y ahí termino la conversación al respecto.
En entregarme la visa tardaron 3 días por lo que estuve en el D.F. 5 días
contando el día en que llegué y el día en que me fui. Durante esos días me
convertí en turista y visité sitios de relevancia turística.
Por cierto, para
tramitar la visa me piedieron 3 fotografías en papel brillante de 4.5cm
x 4.5cm, copia del pasaporte y copia del documento que acredita la beca
Monbukagakusho. La solicitud para la visa la proporcionan ellos.
Finalmente,
llegó el momento de ir a recoger la visa, llegué a la embajada a la hora citada
y esperé a que me llamarán, en los instantes que estuve esperando tuve la
oportunidad de platicar con una señora y su hija. Les pregunté que si también
venían a recoger una visa (Obvio que iban a recoger una visa, solo lo pregunté
porque quería iniciar una conversación) me dijeron que sí, les pregunté que si
era de estudiante y me dijeron que sí. Iba a preguntar si la hija se iba becada
a Japón pero ella me ganó y me dijo que su hija se iba de intercambio por 11
meses a Japón (es decir sin una beca). Le dije que era una gran oportunidad y
le desee suerte. Ellas por su parte me preguntaron que si yo que iba a hacer en Japón, les dije que estudiaría
un posgrado y que el gobierno Japonés me becaría. Se sorprendieron un poco y después
fueron llamadas por la persona que entrega las visas, con la visa en sus manos
se dirigieron a la salida y nos despedimos.
Había
llegado mi turno, me llamaron, me acerqué a la ventanilla y me hicieron entrega
de la visa, me comentaron hasta cuando estaba vigente y me dijeron que eso era todo.
Yo les agradecí y me dirigí a la salida con camino al hotel.
Tengo ya en
mis manos la mitad del sueño ahora solo falta estar allá.
(Si ustedes
viajan al D.F. con el propósito de tramitar una visa japonesa, les recomiendo
se hospeden en el City Express EBC
Reforma (Es el City Express que no está frente al Ángel, el City Express frente
al Ángel está más cerca de la embajada japonesa pero es más caro), está muy
cerca de una parada del turibus y un centro comercial, además está a tan solo
20 minutos a pie de la embajada y si se sienten aventureros pueden irse a pie
hasta el Bosque de Chapultepec, el otro City Express está aún más cerca de la
embajada pero obvio, cuesta más.)