Es increíble lo rápido que
se fue el año. En esta ocasión no hablaremos sobre Japón, esta entrada es más
que nada para hablar sobre los grandes cambios personales que hubo en el 2016.
¿Que fue lo que trajo este
2016? 2016 fue un año lleno de descubrimiento personal y viajes. En el
2016 tuve que lidiar con establecer firmemente limites personales y dejar de
darle oportunidades a personas que claramente no son buenas y no traen nada
positivo a mi vida. Digamos que es el año en el que aprendí a decir ya basta.
El hecho de que ya no quiera interactuar con estas personas que decidí bloquear
no significa que las trate mal. Digamos que soy indiferente, pero si me saludan
devuelvo el saludo y si me piden ayuda la niego respetuosamente.
Aprendí además a distinguir
entre las cosas que puedo cambiar y controlar, contra aquellas que no puedo
cambiar ni controlar. Se sorprenderían que tan bien puede sentirse uno al hacer
este tipo de distinciones. Muy seguido queremos cambiar y controlar cosas que
simplemente están fuera de nuestro alcance y al final nos sentirnos desolados
al fallar. Mi consejo, cambia y controla lo que puedas, lo que no puedas
cambiar o controlar déjalo así, ni te preocupes.
Otro cambio personal muy
importante, fue el de la confianza personal expandido a todas las áreas de mi
vida. Los cambios no solo fueron internos sino también externos. Decidí cambiar
mi estilo de ropa por algo que proyecta como es que me quiero sentir y créanme
que hace una gran diferencia. Queramos o no, nos sentimos como nos vestimos y
como me visto ahora siempre me hace sentir con confianza, contribuyendo
positivamente a mis niveles de felicidad.
Este año también tuve la
fortuna de visitar India, Corea del Sur, la isla de Okinawa en Japón y viajar a
México un record de dos veces en un año. No puedo quejarme, en el caso de India
y Corea del Sur pude conocer brevemente otras culturas y aprendí a apreciar la
diversidad. La diversidad es lo que hace que viajar valga la pena.
Sí, hubo experiencias que
no fueron muy placenteras, sobre todo al principio del año y en el tercer
cuarto del año. Pero de estas experiencias aprendí mucho. Los grandes cambios de
este año se deben a esas experiencias, que sirvieron como catalizador para
acelerar mi crecimiento personal. Creo que 2016 me ha dado las armas necesarias
para enfrentar cualquier situación imaginable, siempre con confianza y con una
gran claridad mental sobre lo que puedo cambiar y controlar. Esperemos y el año
2017 sea el mejor año aún.
¡Les deseo una muy feliz
navidad y un próspero año nuevo! ¡Nos vemos en el 2017!